jueves, 14 de noviembre de 2013

Cómo ayudar a los adolescentes hacer frente a los matones



Los matones son parte de la vida cotidiana de unos adolescentes y que lo intentaran defenderse, un padre o maestro de intervención a veces es necesario para detener la intimidación. Si su hijo o uno de sus alumnos es víctima de acoso escolar, es importante que se tome en serio la situación.

Instrucciones

Determinar si el adolescente es el objetivo de la intimidación física o psicológica. Aunque ambos pueden tener graves consecuencias, matones que usan sus puños contra los demás representan una amenaza mucho más grande que los que se burlan o llamar nombres.

Identificar las situaciones en las que el adolescente Ofertas de la intimidación. Algunos matones atacar a sus víctimas en el comedor o en la cancha de baloncesto, mientras que otros esperan a lugares fuera del horario escolar, como uno de los favoritos para pasar el tiempo o incluso de Internet.

Pregunte al adolescente que los matones se han meterse con él. Tener nombres un paso más cerca de detener el comportamiento trae, aunque no se ocupan directamente. También es una buena idea preguntarle al hijo cómo se siente acerca de su intervención. En algunos casos, tener un padre o maestro se haga cargo es casi tan doloroso como la intimidación en sí.

Discuta las opciones con el adolescente. sugiere formas en que usted puede ayudar a la parada de la intimidación, es posible que pueda llegar a una solución viable con el que ambos se sientan cómodos. Por ejemplo, los profesores podrían querer eliminar adolescentes de clases con sus verdugos, mientras que los padres podrían estar dispuestos a llamar a la escuela para informar a los administradores de la situación.

Anime al adolescente para enfrentarse a los matones sin recurrir a la violencia. En muchos casos, una respuesta firme será suficiente para disuadir a cualquier otra actividad, pero en otros, se requiere la intervención de un adulto. Recuerde a la víctima de que hay reglas en contra de la lucha en la escuela, y que puede entrar en tantos problemas como el matón si ella estaba en tirar golpes.

Tome fotografías de las lesiones sufridas por la intimidación. Además, anote las fechas y horas de los incidentes, y asegúrese de mantener un registro detallado de los daños y perjuicios sufridos. Estos registros serán importantes si se tiene que presentar un informe a la policía, o presentar una demanda por los gastos médicos.

Llame a la policía en caso de grave acoso no se detiene. Un adolescente no tiene los recursos necesarios para protegerse a sí mismo contra los niños más grandes que quieren hacerle daño. Es mejor arriesgarse a la vergüenza ya que sufrir las consecuencias más tarde.

 

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